martes, 12 de junio de 2012

Se cierra la puerta del Turia. Se abre un nuevo reto.

  Según los cálculos de Eratóstenes, el 12 de junio del 1184 a.C.  finaliza la guerra de Troya (los aqueos saquean y destruyen la ciudad de Troya). A mi como gran aficionado a la historia me encantan las efemérides. Eso sí, mi memoria es tan limitada que me acuerdo de muy pocas, jeje. Esta anécdota es por empezar diferente la entrada.

  El club me ha comunicado que no cuentan conmigo para la temporada venidera. Decisión por otra parte tomada desde hace tiempo por ellos pero que nunca me habían comentado ni por asomo, ni me lo habían dejado caer. Más bien lo contrario donde siempre me decían que me consideraban todos, imprescindible para el devenir del proyecto.

  Hace unos días, escribía en una entrada del anónimo que contaba todos los rumores del mundo del waterpolo en el Twitter. Me parece una bonita manera de vender el producto siempre y cuando esos rumores sean ciertos  y no falsos y/o fuera de lugar, y como nada más acabar la reunión que tenían conmigo, la directiva también había convocado a todos los chavales de los tres equipos (A, B y C), para darles la nueva, antes de que esos fieras (seguro que ya llego tarde, jeje) vayan soltando la noticia por las redes sociales, prefiero ser yo quien de la misma, que al fin y al cabo, esto sólo me pertenece a mi y así no habrá ningún rumor, si no certeza. Es más, cuando inicié este blog, tuve claro desde el primer momento que lo utilizaría para contar todo lo que sucediera en el mundo del waterpolo, y que si era capaz de poner las noticias más positivas y bonitas, también debería poner las menos maravillosas. Y creo que en esta temporada estas últimas han sido las de mayor protagonismo.

  Durante toda esta temporada donde los enanos iban creciendo semana tras semana, muchísima gente me decía y me preguntaba qué cómo era posible aguantar en esa situación. Otros muchos me decían que lo dejara porque no se merecían ni un segundo más de mi tiempo. Siempre mantuve un tono muy positivo. La vida es siempre maravillosa y hay que disfrutarla al máximo. Estas barreras que nos pone la vida de vez en cuando están ahí por y para algo.

  Como he comentado, este año ha sido muy duro a todos los niveles, especialmente crítico ha sido ver sufrir a mis jugadores. Partidos como el de St. Andreu, donde sólo puede convocar a siete jugadores, más vale no recordarlos nunca más.

  A partir del pasado mes de febrero, me llegaron dos ofertas (que por respeto a quienes me la hicieron, no voy a nombrar) para la temporada siguiente. A los dos clubes, a los que les estoy muy agradecido por el ofrecimiento, les dije lo mismo, y esto no era otra cosa que esperar a que hablara primero con mi club, ya que como he dicho siempre, mi primera y casi única opción era seguir en el Turia. Pero evidentemente, tanta espera, agota y desaparece. Normal. Lo siento.

  ¿Qué si de mi hubiese dependido, hubiese seguido en el Turia? Es lo que me hubiese gustado, la verdad.

  Mi maestro (Tomás) me dijo un día que nunca me aburguesara en nada y sigo su consejo al pie de la letra. Que no le hiciera la pelota a nadie para garantizarme mi puesto de trabajo y evidentemente le volví a hacer caso. A mi lo que realmente me mueve es la pasión por este deporte y el amor por tener a unos jugadores excepcionales. Este deporte es ilusión y entrega por igual. Si no sientes pasión e ilusión por lo que haces y por donde estás, nunca se la podrás inculcar a tus chavales. Por eso una de mis máximas es darlo todo en cada entrenamiento y no guardarnos nada para el mañana porque a lo mejor este no llega nunca.

  No sé que me deparará el futuro (deportivo), la verdad pero me preocupa. Lo que si sé es que decirle a alguien a finales de temporada sin tiempo a moverse, con la "cantidad" de equipos que hay en este mundo del waterpolo "es de traca y mocador". Y a mi que siempre me ha gustado contactar con futuribles jugadores para nuestro equipo ya en los meses de enero y febrero, porque sé que este mundo es tan limitado y difícil, y más en estos tiempos de crisis.  (Ojalá me hubiesen dicho esto mismo hace varios meses o semanas para así poder encontrar otro proyecto ilusionante y poder planificar una nueva temporada con tiempo y más, teniendo una mujer bellísima y dos pequeños aún más guapos. El waterpolo no es el fútbol y moverse con familia es muy complicado y Valencia, cuna de la orchata y la naranja, si lo será, pero del waterpolo, me parece que no).

  He puesto en este proyecto lo mejor de mi vida. Lo empecé ya hace diez años cuando cogí a los Nando, Yago, Millán, Borja, Raúl, Antonio, etc, con apenas ocho, nueve y diez años. Con el nacimiento del Waterpolo Turia hace cinco años (sucesión con todos los derechos y obligaciones del Waterpolo Valencia, se cristalizó el proyecto definitivo. Sólo los que estuvimos ahí sabemos a ciencia cierta lo que nos ha costado llegar hasta ahí (esta última parte no cuenta, jeje).

  Han sido unos años maravillosos. Únicos. Irrepetibles. He tenido la suerte de encontrarme a unos chicos espectaculares por el camino. He disfrutado al máximo de ellos y de todos y cada uno de ellos, me voy a llevar lo mejor. ¿Cuántas veces os he cogido individualmente a cada uno y os he dado la "charla"? Esos momentos los adoraba, sólo el jugador y yo. ¿Lo mejor de todo? Que esos años por desgracia no van a volver, y es eso lo que le da tanto valor.

  Chicos, el Waterpolo Turia sois vosotros, los únicos que dais sentido al proyecto.

  ¡Hasta siempre, chavales! Os llevaré siempre en mi corazón. ¡Os quiero!

  Rubén D. Rodríguez (jaja)

Pd; Para mis fans del blog (ya, ya, me he pasado, jeje), os informo que seguiré escribiendo sobre nuestro deporte. De hecho, voy a volver a colaborar de nuevo con la revista AETN. Un placer.